Los Fossegrimen
Los fossegrimen son amables espíritus acuáticos, maestros en el arte de tocar el violín, que pueden ser inducidos a enseñar esta habilidad a los seres humanos. El violín de un fossegrim puede no solo tocar música sino también los sonidos del bosque, del viento y del agua. Cuando un fossegrim toca, nadie puede resistirse a bailar: hombres, mujeres, jóvenes o ancianos, incluso bebés de cuna bailarán al son de la música de su violín.
Los fossegrimen habitan en cascadas, especialmente aquellas que fluyen hacia el norte. Es a una de ellas donde debe dirigirse quien desee aprender el arte de tocar el violín de una de estas criaturas. Para disuadir al fossegrim para que transmita su arte, se debe ofrecerle un macho cabrío blanco un día jueves, el cual debe ser arrojado de espaldas a la cascada del fossegrim, o bien, patas de cordero ahumadas, robadas de la despensa de un vecino cuatro jueves seguidos.
Si al fossegrim no le parece suficiente la ofrenda, enseñará únicamente cómo afinar el violín. Pero si se siente satisfecho, entonces tomará la mano del aprendíz y le hará tocar las cuerdas del violín hasta que sus dedos sangren. A partir de ese momento, el aprendíz será capaz de tocar tan maravillosamente que los árboles danzarán y las cascadas se detendrán para escucharlo. Se dice que famosos violinistas como Torgeir Augundsson y Ole Bull fueron aprendices de los fossegrimen.
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