El Pozo de Mimir
Odín y Mimir. Foto: ecured.cu.
Deseando poseer el conocimiento absoluto, Odín un día decidió visitar a Mimir ("el que recuerda"), el gigante que resguardaba el pozo al pie de una de las raíces de Yggdrasil. El dios solicitó a Mimir beber de las aguas del pozo, pero el gigante se negó a hacerlo a menos que Odín le entregara uno de sus ojos. Sin dudarlo por un momento, el padre de los dioses se arrancó el ojo izquierdo y lo entregó en pago. Mimir hundió el ojo en lo profundo del pozo para guardarlo como garantía y permitió que Odín bebiera.
De inmediato, el dios adquirió la sabiduría para grabar runas y el conocimiento de los mágicos encantamientos que se describen en el Hávamál ("El Discurso del Altísimo"):
- El encantamiento para conseguir auxilio en las necesidades
- El encantamiento para devolver la salud a los enfermos
- El encantamiento para paralizar al enemigo
- El encantamiento para liberarse de cualquier atadura
- El encantamiento para detener las flechas enemigas
- El encantamiento para conjurar venenos y devolver el daño a quien intentaba causarlo
- El encantamiento para proteger del fuego a los amigos
- El encantamiento para forjar la paz entre aquellos que riñen
- El encantamiento para calmar tempestades
- El encantamiento para ahuyentar a las brujas
- El encantamiento para hacer volver de la guerra a los amigos sin ningún daño
- El encantamiento para hacer hablar a los muertos
- El encantamiento para proteger a un guerrero recién bautizado
- El encantamiento para obtener todo conocimiento sobre dioses y elfos
- El encantamiento para obtener el conocimiento de la ciencia
- El encantamiento para enamorar a cualquier mujer
- El encantamiento para evitar que la mujer amada te abandone
- El encantamiento que Odín juró nunca revelar a ninguna mujer (sea cual sea su propósito).
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