Surtur, el Negro

En la frontera que separa Muspellsheim de Asgard, un gigante monta guardia perennemente. Parece estar allí para evitar que alguien entre al reino de fuego, pero en realidad está esperando la oportunidad para poder invadir la guarida de los dioses. Es Surtur ("el negro"), rey de los gigantes de fuego, quien lleva siempre consigo su espada incandescente.

En casa, su esposa Sinmore ("cenizas") le espera pacientemente. Es la guardiana de un arma legendaria, la Lævateinn ("báculo de destrucción"), cuyo poder es desconocido hasta para ella misma y que alguna vez perteneciera al dios Freyr. La conserva en el cofre Lægjarn, cerrado con nueve candados. Fue forjada por el famoso herrero Völundr a partir de una rama robada por un gigante del centro mismo del fresno Yggdrasil. Sinmore únicamente entregará esta arma a aquel guerrero que sea capaz de traerle las plumas de la cola del halcón Vedrfolnir, que se sienta en la copa del árbol Yggdrasil. Esta ave es lo único a lo que Surtur teme, debido a que con su aguda vista puede advertir a los dioses del avance del gigante. Paradójicamente, la única arma capaz de matar al halcón es precisamente Lævateinn.

Surtur no pierde la esperanza, ya que sabe que durante el Ragnarök, sus huestes invadirán Asgard y él mismo podrá matar al dios Freyr, para después abrasar el mundo entero con su fuego. Ese día, por fin, podrá reclamar venganza contra los dioses que un día intentaron acabar con su raza, al terminar con todos ellos y su creación.