La Creación de Mjölnir




La travesura más cara de Loki fue cortar el cabello a Sif, mientras ésta dormía. Cuando su marido Thor se enteró, a punto estuvo de romper todos y cada uno de los huesos de Loki si no llega a ser porque éste juró a Thor que conseguiría que a Sif le creciera cabello de oro, así como satisfaría también a Odín y Freyr por su osadía.

Loki fue en busca de unos elfos oscuros, como se conocía a los hijos de Ivaldi, para que hicieran el cabello de oro para Sif, así como otros grandes regalos para Odín y Freyr. Los hijos de Ivaldi tenían renombre por ser los mejores artesanos y Loki creyó estar seguro de que no habría mejor regalo posible para compensar su travesura.

La vanidad de Loki le llevó a presumir de las creaciones de los hijos de Ivaldi diciendo que no habría enano capaz de crear algo más bello y más útil, poniendo como precio de la apuesta su propia cabeza. Los hermanos Brokkr y Sindri, rivales de los hijos de Ivaldi, aceptaron el reto de buena gana. Usaron piel de cerdo para la ofrenda a Freyr, oro para la ofrenda a Odín y hierro para la ofrenda a Thor. Loki no quería dejar nada a la suerte, así que, transformado en una mosca, se introdujo en la herrería de los enanos. Mientras Sindri, trabajaba el metal, Brokkr se dedicaba a avivar el fuego de la fragua con un fuelle. Loki primero picó a Brokkr en el brazo, pero éste continuó trabajando y del crisol surgió el regalo para Odín: Draupnir, un anillo de oro del que cada noche surgirían ocho anillos más del mismo valor. Luego Loki pico a Brokkr en la mejilla, pero éste continuó alimentando el fuego sin detenerse para que Sindri pudiera producir el regalo para Freyr: Gullinbursti, un jabalí que podía correr por el aire y por el mar más rápido que cualquier otro animal, y que iluminaría cualquier lugar al que fuera por muy oscuro que estuviera. Por último, Loki picó a Brokkr en el párpado y mientras éste se detenía para frotarse la herida, su labor se detuvo por un momento, aunque no impidió que los enanos produjeran el regalo para Thor: Mjölnir, un martillo con el que podría golpear con tanta fuerza como se quisiera, que podría ser lanzado a cualquier objetivo sin errar, y que siempre volvería a su mano. Sin embargo, debido a los breves momentos en que Brokkr detuvo su tarea, el mango del martillo quedó un poco corto.

Llegada la fecha de entrega, Loki se presentó en Asgard con los objetos producidos por los hijos de Ivaldi y entregó a Freyr el barco Skídbladnir, que en cuanto su vela fuera levantada siempre tendría el viento a favor, en el cual cabían todos los dioses con sus monturas y que, sin embargo, Freyr podía doblar como un pañuelo y guardarlo en un bolsillo. A Odín le dio Gungnir, una lanza que cuando se lanzase siempre alcanzaría su objetivo. A Thor, le entregó una cabellera de oro que en cuanto fue colocada sobre la cabeza de Sif, se fijó a ésta y empezó a crecer como si fuera su cabellera original.

Los dioses decidieron que Mjölnir era el mejor de todos los regalos, ya que les valdría para defenderse de los Hrímþursar (gigantes de la escarcha), y declararon a Loki perdedor de la apuesta. Brokkr quiso hacerse con su premio, Loki intentó huir, pero fue atrapado por Thor y  entregado al ganador de la apuesta. Cuando Brokkr intentó decapitarlo, Thor se lo impidió, argumentando que Brokkr había ganado su cabeza pero no el cuello de Loki. Brokkr, para evitar que Loki volviera a mentir y engañar, usó una correa llamada Vartari para coser sus labios.

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