Las Murallas de Asgard
Tras la guerra con los Vanir, las murallas de Asgard se vieron destruidas, quedando vulnerable al ataque de los gigantes. Para reconstruirlas, los Æsir contrataron los servicios de un misterioso personaje que no era otra cosa que un gigante disfrazado, cuyo nombre hasta la fecha nos es desconocido, y que acordó reparar las murallas en un plazo de tres estaciones sin ayuda de ningún otro hombre. Los dioses aceptaron influidos por Loki, que si esto era así, le cederían en pago por su trabajo el Sol, la Luna y la diosa Freyja. Ahora bien, el arquitecto poseía un caballo maravilloso, capaz de transportar en un instante masas increíbles de roca, llamado Svaldifari. Tanto y tan bien actuó que, pocos días antes del plazo fijado, el palacio se aproximaba a su perfección. Los dioses, que habían establecido el pacto porque creían que el gigante no era capaz de cumplirlo, sintieron miedo, e increparon a Loki para que hiciera algo para evitarlo. Loki, temeroso de la furia de los dioses, s