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Las Murallas de Asgard

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Tras la guerra con los Vanir, las murallas de Asgard se vieron destruidas, quedando vulnerable al ataque de los gigantes. Para reconstruirlas, los Æsir contrataron los servicios de un misterioso personaje que no era otra cosa que un gigante disfrazado, cuyo nombre hasta la fecha nos es desconocido, y que acordó reparar las murallas en un plazo de tres estaciones sin ayuda de ningún otro hombre. Los dioses aceptaron influidos por Loki, que si esto era así, le cederían en pago por su trabajo el Sol, la Luna y la diosa Freyja. Ahora bien, el arquitecto poseía un caballo maravilloso, capaz de transportar en un instante masas increíbles de roca, llamado Svaldifari. Tanto y tan bien actuó que, pocos días antes del plazo fijado, el palacio se aproximaba a su perfección. Los dioses, que habían establecido el pacto porque creían que el gigante no era capaz de cumplirlo, sintieron miedo, e increparon a Loki para que hiciera algo para evitarlo. Loki, temeroso de la furia de los dioses, s

El Anillo Maldito

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Hreidmar, un rey de los enanos, tenía tres hijos: Fafnir, el mayor, poseía un alma valerosa y un brazo fuerte; Otter, el segundo, era astuto y contaba con el poder de cambiar de forma a voluntad; Regin, el más pequeño, era poseedor de vasta sabiduría y gran habilidad de manos. Para complacer al codicioso Hreidmar, su hijo menor construyó para él una casa forrada de brillante oro y gemas preciosas. Fafnir era el encargado de custodiarla y nadie se atrevía tan siquiera a acercarse. Un día, Odín, Hœnir y Loki, disfrazados como seres humanos, llegaron al reino de Hreidmar en una de sus muchas expediciones para poner a prueba el corazón de los hombres. Mientras se acercaban a la casa de Hreidmar, cruzaron un riachuelo y Loki alcanzó a ver una nutria que tomaba el sol. Se trataba en realidad de Otter, el segundo hijo del enano, que había tomado esta forma para salir a pescar. El malvado dios mató a la nutria de una pedrada y se echó el cuerpo al hombro, pensando que luego les serviría p

Brisingamen

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La diosa Freyja, además de ser hermosa, era amante de las joyas, los adornos y el maquillaje. Un día, mientras viajaba por Svartálfaheim, encontró a cuatro enanos que trabajaban en el más maravilloso collar que ella hubiera visto. Inmediatamente, la llenó el irrefrenable deseo de poseer aquel tesoro, que se llamaba Brisingamen ("joya flameante") y era el emblema de las estrellas. Freyja imploró a los enanos que se lo entregaran, pero ellos obstinadamente se negaron, a menos que ella estuviera dispuesta a pasar una noche con cada uno de ellos. La verguenza era enorme, pero mayor aun era su deseo de poseer aquella joya, así que estuvo de acuerdo. No necesitamos entrar en más detalles sobre lo ocurrido entre la diosa y los enanos, pero cuando Freyja se puso el collar, su belleza fue aun más fulgurante que antes, así que decidió a partir de ese día llevarlo puesto día y noche, y solo ocasionalmente se le pudo persuadir de prestarlo a alguno de los otros dioses, como cuando Th

La Creación de Mjölnir

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La travesura más cara de Loki fue cortar el cabello a Sif, mientras ésta dormía. Cuando su marido Thor se enteró, a punto estuvo de romper todos y cada uno de los huesos de Loki si no llega a ser porque éste juró a Thor que conseguiría que a Sif le creciera cabello de oro, así como satisfaría también a Odín y Freyr por su osadía. Loki fue en busca de unos elfos oscuros, como se conocía a los hijos de Ivaldi, para que hicieran el cabello de oro para Sif, así como otros grandes regalos para Odín y Freyr. Los hijos de Ivaldi tenían renombre por ser los mejores artesanos y Loki creyó estar seguro de que no habría mejor regalo posible para compensar su travesura. La vanidad de Loki le llevó a presumir de las creaciones de los hijos de Ivaldi diciendo que no habría enano capaz de crear algo más bello y más útil, poniendo como precio de la apuesta su propia cabeza. Los hermanos Brokkr y Sindri, rivales de los hijos de Ivaldi, aceptaron el reto de buena gana. Usaron piel

Thor en Jotunheim

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Thor convenció un día a Loki de que viajaran a Jotunheim, la tierra de los gigantes, enemigos de los dioses. Loki no estaba muy seguro, pero Thor le prometió protegerlo de cualquier peligro. Así que, temprano por la mañana, salieron en el carro volador de Thor, tirado por sus dos machos cabríos, Tanngnjostr ("que rechina los dientes") y Tanngrisnr ("dientes esparcidos"), rumbo a Midgard. Por la tarde, llegaron a la granja de una familia de campesinos. La familia les ofreció acomodarlos por esa noche, pero eran tan pobres que no podían ofrecerles nada de comer. Thor sacrificó a sus dos cabras y las puso a cocinar. Extendiendo las pieles de los machos cabríos, invitó a la familia a disfrutar del banquete, pero les advirtió que no quebraran ningún hueso y que los arrojaran en las pieles. Sin embargo, Thjalfi, el hijo de la familia, estaba tan hambriento que no pudo resistirse a partir en dos un hueso para comerse el tuétano. A la mañana siguiente, Thor tomó su

El Robo de Mjölnir

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De un modo que aún desconocemos, un día Thor despertó sin su poderoso martillo Mjölnir. Aquello resultaba inaudito y aunque todos los dioses se dedicaron a buscarlo por todo Asgard, no fue posible encontrarlo. Para los Æsir aquel martillo representaba su mejor arma contra los gigantes y su mayor esperanza de vencer a sus enemigos en el Ragnarök. El martillo debía ser recuperado a toda costa, pero ¿cómo? Entonces llegó un mensajero del rey de los gigantes de la escarcha, Thrym ("el escandaloso"), para informar que Mjölnir se encontraba en su poder y que sólo le sería devuelto a Thor si Freyja, la más bella de las diosas, accedía a casarse con el gigante. Al escuchar esto, Freyja montó en cólera. Su rostro se puso rojo de furia y las venas de su cuello se hincharon, hasta el punto de casi romper en pedazos su hermoso collar Brisingamen. De ninguna manera accedería a la condición impuesta por los gigantes. Los dioses deliberaron en busca de una solución por largo tiemp

Geirrod, el Gigante

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Una mañana, Loki decidió salir de paseo. Tomó prestado de Freyja su Valshamr, el manto mágico de plumas que le permitía convertirse en un ave y, transformándose en un halcón, surcó los cielos. Su viaje le llevó hasta Geirrodargardar, en Jotunheim, donde se posó sobre las murallas del castillo de Geirrod. El gigante vio al ave y ordenó a uno de sus sirvientes que la atrapara. Loki vio cuan difícil sería la escalada y decidió esperar hasta el último momento para escapar, solo para molestar al sirviente. Cuando por fin Loki decidió emprender el vuelo, se dio cuenta de que estaba pegado a las murallas, todo gracias a un encantamiento de Geirrod. El sirviente lo atrapó y lo llevó ante su señor. Geirrod pudo ver en los ojos del halcón que había una persona dentro y le ordenó que dijera su nombre. Loki guardó silencio. Ante la negativa del dios, Geirrod lo encerró en una caja sin comida ni bebida, hasta que decidiera revelar su identidad. Por tres meses, Loki aguantó el hambre y la sed,

El Robo de las Manzanas

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Los dioses Odín, Loki y Hœnir un día emprendieron un viaje a través de montañas y tierras salvajes hasta que necesitaron detenerse por comida. En un valle vieron una manada de bueyes, tomaron uno y se dispusieron a cocinarlo en un horno en la tierra, pero pronto vieron que no se cocinaba. Mientras intentaban determinar la razón de esto, escucharon a alguien hablando en un roble, encima de ellos, diciendo que él era el responsable de que la carne no se cocinara. Miraron hacia arriba y vieron al gigante Thjazi bajo la forma de un gran águila y les dijo que si le dejaban ser el primero en comer del buey, él haría que el fuego cocinase su comida. Aceptaron y el gigante bajó del árbol, devorando gran cantidad de comida. Comía tanto que molestó a Loki, quien tomó su largo bastón e intentó golpearlo, pero el arma se pegó al cuerpo de Thjazi, quien levantó el vuelo llevando a Loki consigo. Mientras volaba sobre la tierra, Loki gritaba y rogaba que le permitiera bajar, ya que su

La Ira de Skadi

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Al enterarse de la muerte de su padre Thjazi a manos de los Æsir, la poderosa Skadi tomó sus armas y armadura y marchó hacia Asgard para tomar venganza. Incluso Odín estaba temeroso de enfrentar a esta portentosa diosa del invierno, por lo que decidió aplacarla. Como primera condición, Skadi impuso que los dioses debían hacerla reír. Esto no resultaba una tarea fácil, ya que la gélida indiferencia de Skadi iba a ser difícil de vencer. Pero Loki, amo de las travesuras, tuvo una idea. Se ató con una cuerda a la barba de una cabra y comenzaron a tirar cada uno hacia su lado, ambos chillando fuertemente. Luego Loki cayó en el regazo de Skadi, logrando hacerla reír. Salvado el primer obstáculo, Odín ofreció a Skadi poner los ojos de Thjazi en el cielo como dos estrellas y permitirle desposar un dios. La única condición que impuso es que Skadi sólo podría ver los pies de los pretendientes al momento de elegir. Así, los Æsir se colocaron tras una cortina que ocultaba todo su cuerpo

Heimdall, el Vigía

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Heimdall es el más solitario de los dioses. Desde las torres de su palacio Himinbjorg, situado en el último confín del universo, sobre el Bifröst, el puente tambaleante que conduce a Asgard, vigila que ningún gigante de la escarcha cruce por él. Se trata de una labor tediosa, pero Heimdall nació especialmente dotado para llevarla a cabo: duerme menos que un pájaro, puede oír a la hierba crecer en el campo y la lana en el lomo de las ovejas y ve a una distancia de cien millas, ya sea de día o de noche. Pero sin embargo, no puede hablar. Su nacimiento fue milagroso en extremo. Se dice que las nueve Doncellas de las Olas (Gialp, Greip, Egia, Augeia, Ulfrun, Aurgiafa, Sindur, Atla e Iarnsaxa),  hijas de Ægir, el gigante soberano de los océanos, lo concibieron conjuntamente de una manera que es imposible de explicar. Un día en que Odín paseaba pòr las playas de Midgard, encontró a las nueve hermanas dormidas sobre la blanca arena. De inmediato, quedó prendado de ellas y ést

Fenrir, el Lobo

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De la unión de Loki con la giganta Angrboda ("mensajera del dolor") nacieron tres hijos mounstruosos: la diosa de la muerte Hela, la serpiente gigante Jörmungandr, y el gran lobo Fenrir. Cuando los dioses se enteraron de la existencia de estos seres, consultaron con las Nornas, conocedoras del destino, quienes les informaron que estos tres mounstruos serían los causantes de la destrucción del universo. En especial Fenrir, que estaba destinado a devorar al mismo Odín. Los Æsir decidieron tomar cartas en el asunto y se deshicieron rápidamente de Hela y Jörmungandr. Pero a Fenrir, que al principio sólo era un cachorro, decidieron ganarlo para su causa y le permitieron vivir en Asgard, donde lo mimaban con golosinas y juegos. Conforme se le alimentó, comenzó a crecer y pronto fue tan grande que era imposible controlarlo. Cuando abría sus fauces, la mandíbula superior tocaba el cielo, mientras la inferior rozaba la tierra. A este punto, únicamente el más valeroso de los

Skrymsli y el Campesino

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U n día, el gigante Skrymsli jugaba una partida de ajedrez con un campesino. Por supuesto, habían apostado. Cuando el gigante hubo ganado la partida, reclamó como premio al único hijo del pobre hombre, pero siendo un poco benévolo, le dijo que al día siguiente llegaría por el muchacho, para darle tiempo al campesino de despedirse. Los padres del muchacho clamaron a Odín que lo protegiera y en respuesta, el dios descendió a Midgard y transformó al joven en un pequeño grano de trigo, que escondió en un trigal, declarando que Skrymsli no podría encontrarlo. El gigante, sin embargo, poseedor de una sabiduría más allá del entendimiento, al no encontrar al niño en casa del campesino, se dirigió inmediatamente al campo de trigo y, utilizando una guadaña, se dirigó directamente a la espiga donde el muchacho estaba escondido. Empezó a desgranar la espiga y cuando estaba a punto de escoger el grano correcto, Odín se lo arrebató al gigante, llevándolo con sus padres. El dios les dijo entonce

La Muerte de Balder

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Balder era el segundo hijo de Odín y hermano gemelo de Hodr, el dios ciego. El más bello y amado de los dioses. No sólo los Æsir lo amaban en gran medida, sino los hombres y todas las criaturas, ya que él era gentil con todos. Él era el mejor de los dioses y todos lo alababan; era tan hermoso en sus facciones y tan brillante, que la luz se proyectaba de él. Hay una hierba que es tan blanca que se compara a sus cejas. Era el más sabio de los Æsir y el que mejor hablaba y con más gracia, de tal forma que nadie podía contradecir su juicio. Todos coincidían en que no había lugar más hermoso que su palacio, Breidablik ("brillante"). Su techo era de oro y pendía de columnas de plata maciza. El palacio en sí era una larga extensión vacía y, sin embargo,  pura. Se dice que nada malo, falso u oscuro podía atravesar su puerta. Allí habitaba junto a su esposa Nanna y su hijo Forseti, dios de la justicia. Nada parecía oscurecer la perfecta felicidad en que vivía este dios. Sin

El Festín de los Dioses

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Ahora que Thor había podido conseguir un caldero tan grande como para preparar suficiente cerveza para todos los dioses, Ægir dio la orden a sus sirvientes para que organizaran el banquete. Todos los dioses acudieron a la celebración, con la excepción de Thor, quien se encontraba de viaje por oriente. Incluso eminentes elfos habían sido invitados. Los servidores de Ægir, Fimafeng y Eldir, habían preparado exquisitos manjares, además de la espumosa bebida e hidromiel, y todos los presentes alabaron sus dotes culinarias. Los cuernos se llenaban por sí mismos de bebida y el salón estaba alumbrado no por lámparas sino por oro reluciente. Loki sintió entonces envidia de las riquezas de Ægir y de las alabanzas que los dioses tenían para con sus servidores. En un arranque de furia, mató a Fimafeng, algo que se considera un sacrilegio entre los vikingos, ya que bajo ninguna circunstancia debe derramarse sangre en un banquete. Los dioses montaron en cólera y fueron tras Loki, q