El Robo de las Manzanas

Los dioses Odín, Loki y Hœnir un día emprendieron un viaje a través de montañas y tierras salvajes hasta que necesitaron detenerse por comida. En un valle vieron una manada de bueyes, tomaron uno y se dispusieron a cocinarlo en un horno en la tierra, pero pronto vieron que no se cocinaba. Mientras intentaban determinar la razón de esto, escucharon a alguien hablando en un roble, encima de ellos, diciendo que él era el responsable de que la carne no se cocinara. Miraron hacia arriba y vieron al gigante Thjazi bajo la forma de un gran águila y les dijo que si le dejaban ser el primero en comer del buey, él haría que el fuego cocinase su comida. Aceptaron y el gigante bajó del árbol, devorando gran cantidad de comida. Comía tanto que molestó a Loki, quien tomó su largo bastón e intentó golpearlo, pero el arma se pegó al cuerpo de Thjazi, quien levantó el vuelo llevando a Loki consigo. Mientras volaba sobre la tierra, Loki gritaba y rogaba que le permitiera bajar, ya que sus piernas golpeaban contra los árboles y las piedras, tras lo cual Thjazi prometió bajarlo con la condición de que atrajera a Idunn fuera de Asgard con sus manzanas de la juventud, lo cual Loki prometió hacer.

Idunn ("siempre joven"), esposa del dios de la poesía Bragi, era la guardiana de una eski, una caja de madera hecha de fresno donde se guardaban las manzanas de la eterna juventud. Cada año, en primavera, la diosa organizaba un banquete al que invitaba a todos los Æsir a comer de estas maravillosas manzanas. Los dioses comen esta fruta cuando empiezan a envejecer para volverse jóvenes nuevamente, hasta la llegada del Ragnarök. Muchos de los enemigos de los Æsir estaban celosos de aquellos que nunca envejecerían y habían intentado inútilmente apoderarse de las manzanas.

En el momento acordado, Loki atrajo a Idunn fuera de Asgard, hacia Midgard, diciéndole que había encontrado allí unas manzanas que ella debería tener, y que debía llevar sus manzanas para compararlas. Entonces Thjazi apareció bajo la forma de un águila, tomó a Idunn y voló lejos con ella hasta su reino, Thrymheim, ubicado en Jotunheim.

Los dioses, privados de las manzanas de Idunn, comenzaron a envejecer. Cuando se enteraron que la última vez que fue vista Idunn había sido en las afueras de Asgard, acompañada de Loki, lo amenazaron con torturarlo y matarlo si no iba a rescatarla. Loki tomó prestado el Valshamr, el manto mágico de Freyja, el cual le permitiría tomar la forma de un halcón; luego voló hacia Jotunheim hasta que encontró la residencia de Thjazi. Encontró a Idunn sola, mientras Thjazi se encontraba en un bote en el mar. Loki, utilizando unas palabras mágicas, la transformó en una nuez y la llevó de regreso entre sus garras volando tan rápido como pudo. Cuando Thjazi regresó a su casa y descubrió que Idunn se había ido, tomó su forma de águila y voló en pos de Loki.

Cuando los dioses vieron a Loki que volaba hacia ellos y a Thjazi que iba justo detrás, y sabiendo que se encontraban ya demasiado débiles para enfrentar al gigante, prepararon una hoguera en la entrada de Asgard. Loki e Idunn pasaron volando por la puerta y los Æsir encendieron el fuego. Thjazi volaba demasiado rápido para poder detenerse y la hoguera quemó sus alas, haciéndole caer al piso, donde fue atacado y muerto.

Loki regresó a Idunn a su forma original, quien se apresuró a alimentar a los dioses, que ya se encontraban débiles, viejos y sin dientes, con sus manzanas para devolverles la juventud.