Thor y el Enano


Cuenta una historia que un enano llamado Alvíss ("que todo lo sabe"), llegó a Asgard para trabajar creando armas para los Æsir. A cambio de sus servicios, mientras Thor se encontraba ausente en uno de sus viajes, le fue prometida la mano de Thrudr ("fuerza"), la única hija del dios del trueno.

Cuando Thor regresó y se enteró de la promesa hecha al enano sin su consentimiento, montó en cólera. ¡No permitiría que su hija se casara con un enano! Pero era poco lo que podía hacer para romper la palabra de los dioses. Sin embargo, ideó un plan para evitar el matrimonio.

Una noche, convocó a Alvíss a su palacio Bilskirnir. Le pareció que el enano era demasiado pálido, como es normal entre todos los de su especie, ya que nunca ven la luz del sol. Le dijo que debido a su escaso tamaño, debía probar su sabiduría. Alvíss aceptó y Thor lo sometió a una larga serie de adivinanzas. Preguntó primero cómo llamaban a la tierra en todos los mundos, a lo que Alvíss contestó:

"Tierra, dicen los hombres; campo, los Æsir; camino, los Vanir; siempre verde, los trolls; fértil, los elfos; y los más altos, arcilla".

A continuación, Thor preguntó como llamaban al cielo. La respuesta de Alvíss fue:

"Cielo, dicen los hombres; los Æsir, luz celeste; horno de vientos, los Vanir; mundo superior, los trolls; techo hermoso, los elfos; sala de lluvias, los gnomos".

"Dime entonces", continuó Thor, "¿cómo llaman a la luna que ven los hombres en todos los mundos”.

“Luna, dicen los hombres; los dioses, rojiza; en Hel, rueda girante; rápida, los trolls; brillo, los gnomos; los elfos, cómputo de años.”

Y así continuó Thor preguntando por los nombres de todas las cosas: el sol, la lluvia, el viento, la calma, el mar, el fuego, el bosque, la noche, la cebada y la cerveza. Mientras el enano daba siempre respuestas acertadas, el tiempo transcurría hasta que llegó el amanecer. Entonces, Thor declaró:  “En un solo pecho jamás había visto tanta antigua ciencia; pero con grandes ardides yo te he engañado: ¡en pie estás, enano, de día, brilla el sol en la sala!".

En ese momento el primer rayo de sol golpeó a Alvíss, convirtiéndolo en piedra como sucede a todos los de su raza cuando son sorprendidos por la luz del día. A partir de aquella anécdota, nadie más se atrevió a pedir en matrimonio a la hija de Thor. Thrudr permaneció soltera y se convirtió en una Valkyria, una de las vírgenes que, montadas en caballos alados, recorren los campos de guerra para elegir a los más valerosos guerreros para morir en batalla y transportarlos a Valhalla, para gozar de la compañía de Odín.




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