El Festín de los Dioses



Ahora que Thor había podido conseguir un caldero tan grande como para preparar suficiente cerveza para todos los dioses, Ægir dio la orden a sus sirvientes para que organizaran el banquete.

Todos los dioses acudieron a la celebración, con la excepción de Thor, quien se encontraba de viaje por oriente. Incluso eminentes elfos habían sido invitados. Los servidores de Ægir, Fimafeng y Eldir, habían preparado exquisitos manjares, además de la espumosa bebida e hidromiel, y todos los presentes alabaron sus dotes culinarias. Los cuernos se llenaban por sí mismos de bebida y el salón estaba alumbrado no por lámparas sino por oro reluciente. Loki sintió entonces envidia de las riquezas de Ægir y de las alabanzas que los dioses tenían para con sus servidores. En un arranque de furia, mató a Fimafeng, algo que se considera un sacrilegio entre los vikingos, ya que bajo ninguna circunstancia debe derramarse sangre en un banquete.

Los dioses montaron en cólera y fueron tras Loki, quien logró escapar hacia un bosque cercano. Al no poder darle caza, volvieron entonces a los salones de Ægir para seguir disfrutando del banquete. Loki, taimadamente, también decidió volver un poco después pero encontró en la puerta a Eldir, el otro sirviente de Ægir, a quien interrogó sobre las conversaciones que se llevaban a cabo dentro. Eldir le informó que los dioses aún se encontraban encolerizados contra él y le aconsejó no entrar.

Sin embargo, Loki no se amedrentó y decididamente ingresó al palacio de Ægir. Al verlo, todos los presentes callaron. Cuando Loki, descaradamente, preguntó por la razón de su silencio, Bragi le contestó que allí no era bienvenido. Loki, por su parte, le recordó a Odín el juramento por el cual se habían convertido en hermanos de sangre, tras lo cual el Padre de los Dioses le pidió a Vidar que cediera su asiento a Loki.

Loki alzó su cuerno y brindó a la salud de todos los dioses, menos de Bragi. A pesar del insulto, el dios de la poesía le ofreció a Loki un caballo, una espada y un anillo de oro a cambio de que supiera mantener la compostura y no insultase a los dioses allí presentes. Loki contestó que Bragi no tenía ningún caballo ni ninguna espada que ofrecerle, ya que era un cobarde que nunca se enfrentaba en lucha.

Idúnn, ofendida por el insulto en contra de su esposo, le suplicó a Loki que callara, pero el taimado dios le respondió llamándola libertina. Gefjun intervino para intentar detener la lengua de Loki, pero éste la acusó de ser también una cualquiera. Odín, cada vez más encolerizado, se alzó en defensa de Gefjun, pero Loki le respondió acusándolo de favorecer a menudo en batalla a quien no lo merece. Odín contestó entonces recordándole a Loki los ocho años que había pasado al lado de Angrboda, para concebir a sus tres hijos, tiempo durante el cual se alejó de cualquier batalla. Loki, por su parte, le recordó a Odín el tiempo que éste había pasado viajando entre los mundos para adquirir conocimientos de las artes mágicas y le acusó de practicar seidr, un arte propia de mujeres.

Frigg intentó también hacer callar a Loki, pidiéndole que dejara lo pasado en el pasado. Loki contestó acusándola de haberse acostado con los hermanos de Odín durante el tiempo que éste estuvo ausente. Frigg respondió diciéndole que si Balder estuviera vivo, él se encargaría de echar de loki del palacio de Ægir. Entonces, Loki desató el caos entre los presentes con estas palabras: "Yo soy la causa de que Balder ya no cabalgue por estas salas". 

Freyja le ordenó que se callara, pero Loki contestó revelando sus muchas aventuras amorosas, incluso la acusó de haber yacido con su propio hermano. Njord levantó la voz entonces para decir que lo que más debía asombrarlos era que un afeminado como Loki hubiera podido concebir hijos. Loki le ordenó entonces que callara, ya que allí él era tan sólo un rehén y que había engendrado a su hijo con su propia hermana.

Tyr se levantó entonces en defensa de Freyr, recordándole a Loki que aquel dios era amado por todos los dioses y hombres, a lo que el malvado respondió recordándole que él mismo había engrendrado un hijo con la esposa de Tyr. El dios manco entonces le recordó que era gracias a él que su hijo, el lobo Fenrir, se encontraba encadenado. Freyr entonces amenazó a Loki con encadenarlo igual que su hijo, el lobo, a lo que éste respondió recordándole que había tenido que comprar a su esposa al precio de su propia espada. Entonces Byggvi, el sirviente de Freyr, salió en defensa de su señor, amenazando a Loki con molerlo a palos.Loki entonces le dijo que un simple sirviente no estaba en posición para amenazar a un dios.

Heimdall intentó calmar a Loki, recordándole que estaba borracho, a lo que éste respondió denigrándolo al decir que no era más que el guardián de los dioses. Entonces Skadi increpó a Loki amenazándolo con atarlo a una roca punzante. Loki respondió confesándole que él había sido el primero en atacar a su padre Thjazi y la acusó de haber intentado seducirlo.

Sif entonces se acercó a Loki para llenar su copa, intentando calmarlo, pero el malvado dios también la acusó a ella de haber yacido con él. Entonces, Beyla, otra de los sirvientes de Freyr, anunció la llegada de Thor. El dios del trueno, enfurecido, blandió su poderoso martillo para callar de una vez por todas a Loki, ante lo cual éste le recordó cómo se había escondido, lleno de miedo, en el guante de Skrýmir durante su viaje a Jotunheim y de cómo había sido incapaz de abrir la bolsa del gigante para conseguir comida,  .

Ante la cólera de Thor, Loki comprendió que era hora de escapar, no sin antes vaticinar a Ægir que nunca más volvería a deleitar a los dioses con un festín como aquel, ya que pronto su palacio sería arrasado por el fuego. Tras esto, escapó tan rápido que ninguno de los dioses pudo capturarlo. Sin embargo, a partir de aquel día cada uno de los Æsir se dio a la tarea de perseguir al malvado, hasta que lograron dar con él.



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