La Magia del Norte


Los pueblos escandinavos creían fervientemente en la existencia de ciertos tipos de magia (fiölkyngi, que puede traducirse como "gran astucia" o "conocimiento adquirido") que podían utilizarse para diversos fines. El más conocido de éstos es el seidr (que puede traducirse simplemente como "brujería"). El seidr implicaba que el practicante entrara en un trance espiritual para poder predecir el futuro y se supone que es un tipo de magia que los Æsir aprendieron de los Vanes, en particular de la diosa Freyja, quien era sumamente habilidosa en este arte. Fue ella quien le enseñó a Odín a utilizar el seidr y un ejemplo del uso de este tipo de magia aparece en el relato en el que el Padre de Todo visita a una vidente, ya fallecida, para lograr que se levante de la tumba y prediga el futuro para él.

El seidr era practicado por personas de ambos sexos, sin embargo la mayoría de ellas eran mujeres (conocidas como seidkonas, "mujer que ve"). Estas mujeres a menudo eran líderes de la comunidad donde habitaban, a raíz de sus poderes, y dirigían los rituales comunitarios para invocar a los espíritus sentándose en una plataforma elevada en el centro del pueblo. La seidkona por lo general vestía un manto azul o negro, y llevaba en la cabeza una piel de cordero negra, adornada con piel de gato blanco o plumas. Siempre llevaba consigo una rueca (seidstafr) y al final de su vida era enterrada con ella.
 
Los hombres que practicaban el seidr (conocidos como seidmenn, "hombre que ve"), por otra parte, atraían sobre sí mismos el desprecio de la comunidad, ya que el uso de la magia los alejaba de los ideales masculinos de la sociedad vikinga. En tales casos, la práctica de seidr se consideraba un ergi ("afeminamiento"). Esta idea queda atestiguada en el relato en que Loki acusa a Odín de practicar el seidr durante el banquete que Ægir prepara para los dioses. Sin embargo, al tratarse del mayor de los dioses, los vikingos preferían ignorar el hecho de que Odín fuera tan versado en una actividad asociada con el sexo femenino.

Otra forma de magia era el galdr ("encantamiento"), que tomaba la forma de hechizos cantados, recitados o labrados en runas. Los rituales de galdr eran utilizados para ayudar a las mujeres durante el parto, volver loco a un enemigo, mellar las espadas, hundir barcos en alta mar, convocar tormentas e incluso favorecer la victoria durante una batalla. Cuando Thor fue herido por la piedra de afilar de Hrungnir, la hechicera Groa fue convocada para que, utilizando cánticos de galdr, pudiera sacarla de su frente. 

Los hechizos de galdr se escribían en forma de poemas con una métrica muy específica (conocida como galdralag), que consistía de siete versos, utilizando frecuentemente anáforas paralelas, repitiendo la palabra inicial en cada pareja de versos. Cuando estos poemas se cantaban, el practicante debía hacerlo con voz de falsete. A diferencia del seidr, el galdr era abiertamente practicado por hechiceros de ambos sexos (galdra-madur).

También existía el kraftaskaldy ("poder de los skalds"), que era utilizado como protección, en contraste con otras formas de magia utilizadas para causar daño. Al igual que el galdr, tenía una forma poética, pero a menudo los versos se improvisaban a medida que el skald los recitaba. 

Finalmente, los pueblos nórdicos reconocían la existencia del troth ("fe" o "lealtad"), que consistía en el poder para comunicarse con los dioses y obtener favores de ellos, conducir los blots ("sacrificios") y erigir hofy ("templos"). Este tipo de magia era casi exclusivamente masculina y sus practicantes eran conocidos como toole (posiblemente, "quien habla con los dioses").


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