La Saga de Örvar-Oddr

La Saga de Örvar-Oddr fue escrita por un autor islandés anónimo antes de 1314. Esto lo sabemos porque ya se menciona en el listado de libros de la biblioteca del obispo Árni Sigurdsson de Bergen realizado ese año. También existen referencias a sus aventuras en  la saga Hervarar y en la Gesta Danorum de Saxo Grammaticus.

Örvar-Oddr ("punta de flecha") era hijo de Grim Lodinkinni ("mejillas peludas") y nieto de Ketil Höing. Al cumplir 16 años, una völva ("profetisa") predijo que moriría en Berurjod, el mismo lugar donde nació, por culpa de su caballo Faxi, a la edad de 300 años. Para evitar que la profecía se cumpliera, Örvar-Oddr mató a su caballo y después de enterrarlo dejó su patria prometiendo nunca volver. Al partir, su padre le entregó tres flechas mágicas llamadas Gusisnautar ("regalos de Gusir"), de donde proviene su nombre. Éstas habían sido obsequiadas a Grim Lodinkinni por Gusir, rey de los saami.

A partir de ese momento, se dedicó a amasar fama y fortuna a través de una serie de innumerables aventuras, todas ellas con la intención de convertirlo en el más grande guerrero de todos los tiempos. El saber que no podía morir a menos que volviera a su hogar, le dotó no solo de un enorme valor sino tambien de una audacia sin igual.

Como todo buen vikingo, Örvar-Oddr se dedicó al pillaje a lo largo de todas las costas en que su flota atracaba. Su primera parada fue Bjarmaland, donde el rey tenía un hijo que había concebido con una troll. Este ser mitad humano-mitad troll se llamaba Ogmund Floki y poseía amplios conocimientos de magia, además de una fuerza descomunal. Al recibir noticias de los asaltos de Örvar-Oddr y su tripulación a las poblaciones costeras, Ogmund juró capturarlo. Así dio inició una enemistad que los llevaría a enfrentarse en diversas ocasiones. El primer acto de venganza de Ogmund fue arrebatar la vida a Thord Stafnglamr  ("destello de proa"), hermano de sangre de Örvar-Oddr.

Luego, Örvar-Oddr viajó a Suecia, donde conoció al héroe Hjalmar. Al enfrentarse en batalla y darse cuenta que ninguno podía superar al otro, decidieron convertirse en hermanos de sangre. Tras enfrentar a los hijos de Arngrimr en la batalla de Samso, Hjalmar fue asesinado por Argantyr. Örvar-Oddr recogió su cuerpo y lo llevó a Uppsala, donde lo entregó a su prometida, la princesa Ingeborg.

En Inglaterra, Örvar-Oddr y sus hombres se enfrentaron a un finngalkn, una gigantesca criatura mitad humana-mitad dragón. Se dice que estos monstruos tienen la apariencia humana en la parte superior de su cuerpo, mientras que la porción inferior es similar a la de un reptil.

Después, Örvar-Oddr viajó al sur, donde enfrentó a los piratas del Mediterráneo. Durante sus múltiples viajes, visitó Sicilia (donde supuestamente fue bautizado en la fe cristiana), Constantinopla e incluso Jotunheim, donde conoció a la giganta Hildigunn, con quien engendró a su hijo Vignir. En una ocasión naufragó en el Mediterráneo, pero consiguió llegar a Tierra Santa por sus propios medios. 

Se las arregló nuevamente para volver al norte, buscando vengarse de Ogmund Floki, en compañía de su hijo Vignir quien, haciendo uso de sus dotes adivinatorias, había logrado dar con el paradero del enemigo de su padre. Durante el viaje, al llegar a una isla cubierta de brezos frente a las costas de Groenlandia, Örvar-Oddr envió cinco hombres para explorarla, pero al tocar tierra descubrieron que no se trataba de una isla. Era en realidad Lyngbkar, una colosal criatura marina, quien de inmediato se hundió, haciendo que los hombres se ahogaran. El resto de la tripulación logró escapar con vida, pero mientras se alejaban de la costa, otra criatura montruosa interceptó su camino. Se trataba de Hafgufa, enviada por Ogmund Floki para evitar que Örvar-Oddr le encontrara. La nave logró escapar cruzando a toda velocidad las fauces del monstruo. Estas criaturas fueron la base para el mito del Kraken y fueron descritas por Vignir usando las siguientes palabras:

    "...eran dos montruos marinos, uno llamado Hafgufa ("hedor de mar") y la otra Lyngbakr ("espalda de brezo"). Hafgufa es el mayor monstruo en todo el océano. Se traga hombres, naves y ballenas también, y cualquier cosa alrededor. Puede permanecer bajo el agua por días, entonces abre su boca y sus narices, y cuando lo hace, nunca se queda en la superficie por menos que una marea".

Finalmente, Örvar-Oddr y Vignir consiguieron dar con el lugar donde Ogmund Floki se escondía. Lo encontraron en Geirrodsgard, dando inicio a una formidable batalla. En medio de la contienda, Ogmund intentó escapar hundiéndose en la tierra, tal como hacen los trolls, pero Oddr logró sujetar su barba con tanta fuerza que le arrancó la piel del rostro. Sin embargo, esto solo logró enfurecer aun más a Ogmund, haciendo que se lanzara contra Vignir, a quien dio muerte desgarrando su garganta con sus dientes. El estupor por la muerte de su hijo, hizo que Oddr vacilara por un momento, suficiente para que Ogmund lograra escapar saltando por un acantilado hacia el océano.

Luego de experimentar la muerte de tantos compañeros, Örvar-Oddr decidió continuar sus viajes solo. Disfrazado como un anciano que dijo llamarse Naefrmaðr ("hombre de corteza"), Örvar-Oddr llegó a Hunaland, donde se presentó frente al rey Herrauðr. Cuando el reino fue invadido por el ejército de Bjalkaland, quien solía ser vasallo de Hunaland, Oddr se unió a la batalla, revelando su identidad. Al vencer al rey enemigo, le fue concedida la mano de la princesa Silkisif y, al morir el rey, se convirtió en el siguiente rey de Hunaland.

Una vez coronado rey, Örvar-Oddr juró descubrir la verdadera identidad del rey Kvillanus de Novgorod, quien siempre usaba una máscara para ocultar su rostro. Oddr partió hacia Rusia con un ejército bajo su mando y desafió a Kvillanus a un duelo. Después de tres días de lucha, ninguno de los dos había logrado vencer al enemigo, así que Kvillanus ofreció a Oddr que juraran convertirse en hermanos de sangre. Oddr aceptó, pero con una condición: poder ver antes el rostro de su oponente. Kvillanus accedió y retiró su característica máscara, revelando el rostro lleno de cicatrices de Ogmund Floki, ante la sorpresa de Oddr. Sin embargo, el pacto ya había sido acordado, así que Oddr y Ogmund sellaron su amistad con sangre, dando fin a su rivalidad.

Al final de sus días, Örvar-Oddr sintió nostalgia de su tierra y decidió volver. Al llegar, pasó sobre la tumba de su caballo Faxi, burlándose de la profecía que presagiaba su muerte. Al hacerlo, tropezó con el cráneo de su caballo, cayendo al suelo. Una serpiente surgió repentinamente del interior del cráneo y le mordió, acabando con su vida y probando así que nadie puede escapar del destino dictado por las Nornas.


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